Las Fibras Naturales
LOS BENEFICIOS QUE APORTAN LAS FIBRAS NATURALES.
Durante los últimos cincuenta años se han introducido en el mercado de los textiles las fibras sintéticas producidas masivamente por el hombre en sustitución de las fibras naturales que se habían usado desde tiempos inmemoriales. El motivo es principalmente el coste, la facilidad en su producción industrial y su mayor uniformidad y resistencia para usos muy específicos.
Aún así, ¿por qué usar fibras naturales? ¿cuáles son sus ventajas?
Son 100% naturales, lo cual significa que son una opción muy saludable. Todos conocemos el efecto de transpiración y aislamiento térmico de las prendas confeccionados en lino, lana o algodón, las propiedades higiénicas y antibacterianas naturales del cáñamo y el lino, etc., su suavidad y frescura, su tacto natural y agradable. Todas estas características las distinguen claramente de
las fibras sintéticas.
Sin duda no existe un tejido más fresco e higiénico que el lino para ropa de cama o tapicerías, es ideal para la piel, no irrita ni produce alergias como algunos tejidos sintéticos. De hecho, estudios realizados demuestran que dormir con sábanas de lino es muy sano, produce mayor bienestar y un sueño más profundo dado que los tejidos de lino, al contrario que los sintéticos, desprenden iones negativos reconocidos por su efecto sanador y su capacidad de potenciar nuestras defensas biológicas. Está demostrado que los tejidos fabricados con fibras naturales mejoran claramente nuestra calidad de vida.
Son fibras que surgen directamente de la naturaleza. En el caso de las de origen vegetal provienen de la tierra y como es lógico su calidad dependerá de la cosecha del año – si la cosecha es buena la calidad de la fibra será buena y vice versa. Probablemente tendrán irregularidades e imperfecciones y será difícil encontrar dos hilos exactamente iguales. De hecho del lino se dice que es un tejido “noble” porque no miente, no esconde su origen 100% natural, su aspecto irregular lo hace inconfundible.
Las fibras naturales son una opción sostenible que permite avanzar hacia una economía “verde”, basada en la eficiencia energética, con procesos industriales más sostenibles y ecológicos, reduciendo al mínimo los desechos. Las fibras de origen natural son un recurso renovable por excelencia, su proceso de cosecha y producción necesita una menor cantidad de energía que la utilizada en la fabricación de fibras sintéticas y además genera mucha menos cantidad de dióxido de carbono reduciendo la contaminación del medio ambiente. Durante su proceso generan subproductos y residuos que pueden ser reutilizados para producir otros materiales compuestos para destinos muy variados. Y lo más importante: al final de su vida útil las fibras naturales son 100% biodegradables.
Además no debemos olvidar que su cultivo, procesamiento y producción proporcionan el único medio de subsistencia a millones de agricultores y productores de países en vías de desarrollo, como por ejemplo el sector del algodón en África, el yute en Bangladesh o la India, la seda en China, la alpaca en los Andes, etc. La creciente demanda internacional de fibras naturales en la fabricación de fibras textiles y otros productos, permitirá a esos países crecer económicamente, aumentando las inversiones en las industrias del sector y permitiéndoles acceder con sus exportaciones a los mercados internacionales en igualdad de condiciones.
El gran reto de las fibras naturales es conseguir tejidos totalmente sostenibles, reciclables y biodegradables durante todo su ciclo vital; desde su procesamiento inicial hasta su eliminación – una cuestión de concienciación tanto para los productores, los fabricantes textiles y por supuesto los consumidores finales.